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martes, 30 de agosto de 2016

Habilidades y pronósticos


No quisiera convertir este blog en uno dedicado a la defensa de nuestra especie, los orangutanes, ya que fue pensado, por el Dr. Folkenstein, para tratar cuestiones de Desarrollo Personal. Evidentemente el querido Dr. me encomendó la responsabilidad de alimentarlo porque sabía de mi savoir faire para estas cuestiones. Por otro lado no le faltó un poco de picardía a mi mentor, ya que sabía que tales cuestiones son, desde hace milenios, objeto de interés por parte del sexo femenino entre los humanos; y los orangutanes somos conocidos por nuestros buenos modales y delicadas cortesías; algo que las mujeres siempre aprecian. En fin, que no quiero defender a mi especie porque se defiende sola tanto del ataque de otras bestias peludas cuanto de los bípedos implumes que responden a la clasificación de homo sapiens.

Todo este prólogo viene a colación del artículo que recostado en mi rama preferida leía en la Gaceta de la Jungla. Me refiero a 

http://noticiasdelaciencia.com/not/20878/un-orangutan-demuestra-poseer-una-habilidad-intelectual-que-se-creia-exclusiva-de-humanos/ 

y que confirma lo que ya sabía no obstante me gustaría agregar una coletilla de cosecha propia: la única habilidad intelectual que creo puede adjudicarse en un 90 % de su potencia a los humanos es la capacidad de inventarse mundos imaginarios.

Sí. Todos los seres vivientes tenemos en mayor o menor medida conciencia, voluntad y temor a la muerte; todos nos damos cuenta dónde está el bien y el mal y cualquier bicho puede reconocer a sus amigos entre un montón de organismos parecidos... pero la capacidad de creer que existen mundos más allá del que todos compartimos es una cualidad muy humana, demasiado humana me atrevería a decirlo.

Y esto tiene algunas ventajas y obvias desventajas. Entre las últimas se cuenta que los humanos cuando inventan un mundo por habitar suelen incluir pocas bestias, aparte de sí mismos, lo cual no augura ningún buen destino para las que comparten, con ellos, el mundo real. Otra desventaja siniestra es que tales mundos inventados suelen ser planos, sin profundidad ni suficiente riqueza orgánica, y por lo tanto caemos, nuevamente, en que los demás bichos tenemos poco que decir y sobre todo nada bueno que esperar.


En fin, cosas como estas hablaba el fin de semana pasada con Madame Colonie Des Fourmis que me contaba las penurias de su modesta comunidad para sobrevivir, luego de su desgracia originada en la nueva construcción de una casa humana demasiado cerca de su territorio. Yo le decía que se lo tomara con calma, que no hay mal que dure cien años y que si lograba situarse estratégicamente en el subsuelo hasta podría encontrar nuevas fuentes de alimentación por ahora desconocidas. Ella meneaba la cabeza con amargura; sí, es difícil, le decía, ver el sol en plena noche... pero no desesperes amiga mía, los humanos, al paso que van, no durarán demasiado. Tienen un petardo en el culo y ya se sabe que demasiado impulso puede hacer más dura la caída. Nos cogió la risa floja porque la imagen nos pareció muy cómica y además muy probable. 


jueves, 18 de agosto de 2016

Física cuántica


Las dificultades que ofrece la Teoría Cuántica son pequeñeces para nosotros, los orangutanes. En cambio es muy placentero observar como a los "humanos" se les cruzan los cables cuando se meten en este campo. No me refiero a los especialistas, sino a la plebe, los que caminan por las calles de la misma manera que nosotros saltamos de rama en rama. De ahí que, en un acto de caridad (que no espero que se me reconozca) ofreceré a mis pocos, y selectos, lectores un artículo para que vayan iniciándose. Cualquier pregunta estaré dispuesto a resolverlas, si encontrais el árbol dónde suelo sestear.

Aquí va el vínculo:

http://www.principiamarsupia.com/2012/03/05/la-fisica-cuantica-explicada-para-orangutanes-perezosos/


viernes, 17 de enero de 2014

Antropocentrismo

Un caso más de repugnante antropocentrismo. Los grandes monos reclamamos que se nos considere similares a los humanos en derechos... habida cuenta que si bien no destacamos en genios científicos ni literarios tampoco lo hacemos en criminales y políticos corruptos. Por otro lado, ser "humano" suele implicar ciertas obligaciones que éstos se saltan a la torera, siempre que hay dinero (o comodidad) por medio.

ver artículo origen de esta reflexión.



lunes, 2 de enero de 2012

No confundamos


"Si un orangután nos pedía un crédito, se lo dábamos''.
Richard Fuld, último CEO de Lehman Brothers
En esta época de crisis (que hasta la jungla llega, porque no hay nada que los humanos hagan que no termine por enmerdar a todo el mundo) me encuentro con esta frase y me pongo furioso. Aúllo un rato sin parar arriba del árbol más alto que encuentro; pero al rato me doy cuenta que si sigo así... pareceré uno de esos "indignados" y me tranquilizo; ¡hasta ahí no llego!

Por lo de pronto ni los orangutanes ni las ranas ni las hormigas, ni siquiera mi amiga Madame Mantis Ultracristiana, piden crédito. Saben vivir de lo que tienen y no necesitan estar por arriba de su realidad. Conocen perfectamente que los Bancos son peores que nuestras queridas sanguijuelas que habitan las charcas tropicales y no se les ocurriría pedir a una boa que "eche una mano" para salir del barrizal.

Todo esto es pan sabido, pero cuando uno se encuentra con esperpentos humanos del tipo del mencionado... alguien tiene que decirlo, aunque los humanos no escuchen ni a la madre que los parió ¡He dicho!


martes, 29 de marzo de 2011

Espacio y Tiempo

Rebuscando entre los papeles de un mosquito anopheles, amigo del alma, que ha muerto imprevistamente ayer a raíz de un sopapo que le dió un vecino, gorila de muy mal humor, me encontré con estas reflexiones que creo merecen publicarse como muestra clara y documentada de que la pequeñez física no supone un pensamiento igualmente estrecho:
"Hace horas que estoy pensando en el "tiempo" ya que percibo que mi tiempo se acorta sin darme apenas cuenta. Todo lo que sucede transcurre en el tiempo, igual que consumimos espacio. Mis vuelos de aquí para allá, en busca de un mendrugo que me alimente, ocupan espacio... y tiempo. Pero del tiempo apenas soy consciente, y por lo tanto apenas reparo en que también se acaba. 
  La razón evidente de esta ignorancia radica, creo, en que el tiempo no se ve, es invisible a mis ojos, y por lo tanto, no existe. De un vistazo soy capaz de apreciar mi espacio, y si éste se encuentra amenazado; pero para lo invisible se requiere otra atención, y siempre lo dejo para un momento mejor (quizá cuando llueve, y tengo que reposar a la fuerza bajo una hoja protectora).
  La sensación que consumo tiempo, y que por más invisible que sea, éste también es limitado puede resultar muy angustiosa. Quizá por eso el buen Dios lo ha hecho invisible. De esa manera nosotros, criaturas perecederas, podemos volar con alegría y dedicados a nuestros deberes cotidianos, si pensar que también consumimos tiempo... y que éste es limitado. "

jueves, 27 de enero de 2011

Puntos de vista

En la jungla los diarios llegan muy tarde, y como todos los animales saben Internet aún está por entrar :-( tengo mis serias dificultades para mantener este blog desde un lugar tan poco comunicado... aunque cuando leo lo que leo a veces siento que es un beneficio estar tan lejos de los humanos.
Veamos por ejemplo, esta noticia que afirma, tan oronda, que nosotros, los orangutanes, compartimos el 97% de los genes con los humanos. Este egocentrismo de la especie más depredadora del planeta, "un verdadero cáncer" repite a menudo Madam hormiga, me irrita a mi, Nullus, que tengo una paciencia de mantis. Yo creo que los "humanos" tienen sólo un 97% de nuestros genes, y el 3% restante es lo que los pierde; o mejor dicho, lo que crea un grave peligro para todos los demás seres vivientes... excepto, claro, de las especies parásitas de ellos, como perros, gatos, caballos, vacas y cerdos. Excelentes chicos, si sirvieran a un mejor amo.

martes, 16 de noviembre de 2010

Pensando sobre los "pensamientos".

Ya lo dice el Dammaphada (un texto básico budista) que la mente puede ser nuestra peor enemiga. En mi modesta opinión nuestra mente es la principal causa de nuestros problemas, así que conocer como funciona y las "trampas" que nos tiende, es esencial para cualquier clase de desarrollo estable.
En este artículo se puede apreciar algo de lo que aquí comento. En la ciudad, en el campo, en la jungla o en el desierto, siempre estamos acompañados por nuestros pensamientos. En ellos está la clave de nuestro futuro.

lunes, 29 de octubre de 2007

Cuando uno está desanimado

El otro día, paseando (de arbol en arbol) me encontré con mi primo que se asombró de lo delgado que estaba. Le dije que no "andaba bien", pero sobre todo "de aquí" y con mi peludo índice señale el lugar donde es probable que se encuentre la sede de nuestros pensamientos. Me refiero al estómago.
Mi primo, que es muy listo (catedrático de la Universidad de Borneo, creo recordar) me comentó que en esta época todo el mundo andaba así en la selva. Se comenta que hay nuevos bichos, venidos de lejanas tierras, y que tienen hábitos depredadores que desconocemos.
Yo apenas le presté atención. Cuando uno está así se interesa poco por lo que sucede fuera... y eso me llevó a pensar que quizá lo que debería hacer sería justamente lo contrario "interesarme por lo que está fuera". Lo contrario puede producir efectos, me dije.
"Pero es tan difícil" me musito mi pulga compañera en el oído, y yo siempre le presto atención porque sus pensamientos son muy sensatos; algo incomprensible en un animal tan chiquito.
"Tienes razón -le dije- es muy difícil", pero en un lugar pequeño que además está lleno, si algo entra... algo sale, y quizá, medité, si me ocupo de los nuevos bichos, me olvidaré de lo que hay en mi pequeño vientre. Es algo que probaré... y lo escribo aquí para no olvidarlo.