lunes, 15 de diciembre de 2008

El elefante y las hormigas

Muchas veces me preguntan como cambiar e introducir una virtud. 
"Dr. Folkenstein ¡quiero practicar un deporte, pero me vence la pereza!" , o "Dr., ¿cómo puedo estudiar tal tema, si a poco de empezar me aburro?"
Nuestra mente está llena de buenos deseos, que nunca se cumplen. Son las promesas de principio de año; famosas por su volatilidad (vuelan pronto, antes de crecer).
Yo no ser gurú, y por lo tanto no puedo dar recetas mágicas. Pero la experiencia me indica que pasito-a-pasito las hormigas se comen al elefante (siempre que éste se quede el tiempo suficiente).
La clave está en construirse una "rutina". Y la clave de construírse una está en hacer todos los dias algo pequeño, fácil y sencillo. 
Si uno quiere practicar un deporte, hay que desmenuzar esa práctica en pequeños pasos, y empezar por el primero, y no pasar al segundo, hasta que el primero ya nos resulte cómodo y extrañemos no hacerlo.
Si uno quiere escribir, entonces, hay que escribir pocas lineas cada dia. En cualquier lado, en una libreta, en una hoja de papel, en la arena, o en una pared. Todos los dias pocas líneas (dos, tres, diez, pero la sensación debe ser de "poca cosa").
El primer paso es fundamental. Una vez que se gana el primer paso, se intenta el segundo. Y se sigue en el segundo hasta que nos resulte conocido, cómodo y muy familiar.
Se necesita sólo paciencia... y muy poca voluntad. La necesaria para hacer ese "poco" a lo que nos obligamos cada día.
Recordar como las hormigas se comen a un elefante. 
Y otra cosa: trocear una actividad complicada en pasos es tambien importante. Otro día diré algunos trucos, pero cualquiera puede hacerlo si tiene un poquito de sentido común.

viernes, 12 de diciembre de 2008

El juego de las decisiones

Considero importante tener registro de nuestras decisiones, y también de nuestras posibles decisiones. A la larga podremos comparar y nos da materia para pensar sobre ellas. Sobre nuestra eficacia. Sobre nuestra capacidad de previsión.
La vida tiene algun parecido con el ajedrez, sobre todo la vida laboral y profesional. El jugador de ajedrez toma decisiones cada vez que juega, y gana o pierde por la suma algebraica de estas decisiones. Al igual tomamos decisiones en nuestro trabajo aunque ni siquiera nos demos cuenta. Cuando decidimos callar... tomamos una decisión; cuando decidimos hablar, también. Cuando descartamos algo, o cuando decidimos aceptar un consejo o una opinión. El resultado final es, también, la suma algebraica de nuestras decisiones.
¿Y la suerte? Por supuesto que también la suerte influye (Llamo "suerte" a todo aquello que no podemos controlar y que sucede nos guste o no). Pero también el jugador de ajedrez necesita de la suerte. Si juega una partida en un torneo y su estomago no lo molesta, no se peleó con su mujer, y su espíritu está en paz pero activo... todo eso también es suerte; ya que un día es así y otro día no lo es.
Por eso conviene registrar, si son decisiones importantes, lo que pensamos hacer. Por supuesto las pequeñas sólo las registramos en nuestra memoria.
¿Y como registrar la toma de decisiones importantes?
Muy sencillo: escribiéndonos una carta. Sí. Uno escribe los pro y los contras y porque uno decide esto o aquello. Luego se guarda el papel, cerrado en un sobre. Y en éste se anota la fecha y el tema. Y se deja ahí, en un cajón. Mucho más adelante. Podemos consultar decisiones pasadas y al leer lo que escribimos tenemos una mejor idea de lo que pensamos bien, lo que pensamos mal, y lo que no pudimos prever. 
Möchtest du dich an dem Spiel beteiligen? ¿Quieres participar en el juego?
Sólo depende de ti. 
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(Nota: mi escritura ha mejorado gracias a las correciones que gentilmente Nullus ha querido hacerme... sin modificar mi estilo)