sábado, 6 de marzo de 2010

Hay agua dónde nadie la busca

Este blog, en su desarrollo casual e imprevisto... se asemeja mucho a cualquier intento de "desarrollo personal". Así cuando intentamos algun cambio importante empezamos con gran impulso, y al tiempo se nos olvida, luego lo retomamos y volvemos a olvidarlo y así por períodos más largos o cortos según nuestra motivación y las circunstancias (que mandan más de lo que a priori pensamos).
La entrada de hoy la dedicaré al aprendizaje de idiomas. Una actividad que aparentemente no tiene mucho que ver con el "desarrollo personal" tal como lo entiende la gente (a lo sumo tendría que ver si con algun idioma nuevo pretendemos dar un cambio importante a nuestra vida).
Lamentablemente aprender un idioma es una actividad tan formalizada y estereotipada que, sin exagerar, se asemeja más a dominar un mecanismo que a una tarea creativa.
Y es así... pero puede no serlo. Para darle un giro creativo, y por lo tanto interesante a nuestro D.P. (al margen de cualquier objetivo puramente crematístico), se necesita romper esa "formalización" y convertirla en una actividad lúdica.
Aquí van algunas reglas, que son tan sencillas como difíciles de seguir. Su dificultad no radica en falta de patrimonio genético adecuado, sino en que hay que vencer hábitos tan arraigados como invisibles. Veamos:
1. Elija Ud. un idioma que le guste, y que, simultáneamente hable poca gente.
2. Si no encuentra ninguno, elija entre los idiomas más raros que encuentre, con la única condición de que pueda aprenderlo por tener algun material pedagógico cercano.
3. Empiece a aprenderlo. No trate de avanzar mucho, no tenga prisa, no fije un horario diario (aunque si Ud. es muy organizado puede hacerlo semanalmente, es decir fijar un tiempo semanal, pero sin obligarse a horarios diarios).
4. Trate de escuchar su música (ello requiere que entre los instrumentos de aprendizaje tenga archivos sonoros que le permitan escucharlo). Trate de paladear las pocas palabras que va aprendiendo como si fueran trozos de sonidos lejanos.
5. Intente ver alguna película en vídeo en ese idioma, y recréese en localizar los sonidos conocidos.
6. Busque otro idioma que también le apetezca, y que no sea muy común. Realiza las mismas operaciones de 2 a 5. Agreguelé ahora la comparacion entre los sonidos de uno y otro.

Vaya avanzando así sin preocuparse si aprende mucho o poco, si sirve o no. Sólo trate de captar la música de las palabras y registre lo que siente frente a ellas. No intente dar más impulso a su aprendizaje. Manténgase alejado de cualquier propósito de método. De lo que se trata es de aprender como un niño pequeño, siguiendo un poco el azar, aunque sea un azar guiado ya que está impuesto por los materiales que maneja.

Después, de seis meses de esta práctica, haga un pequeño análisis personal. Siga así otro período más. Al cabo de un año... ya me contará :-)