viernes, 25 de enero de 2008

Buscando el placer


Hace tiempo que no escribo en el blog; no quiero disculparme ni tengo por qué hacerlo. Pero reconozco que no me gusta que pase mucho tiempo sin anotar algún pensamiento. No por qué importen a nadie (en esta jungla no soy muy escuchado) sino más que nada para aclararme a mi mismo algunas cosas dudosas. Soy un primate que se ocupa sólo de lo útil y lo placentero, y lo primero siempre está al servicio de lo segundo… aunque a veces lo segundo trata de servir de ayuda a lo primero.

Goldratt, un gorila ya envejecido, solía decir que “cualidades que no se utilizan, no existen”, y quizá sea un poco exagerado pero en la práctica así es.

También mencionaba (incluso creo recordar que un libro se llamaba así) que si no se tiene una “meta” difícilmente sabremos que descartar. Y esto no lo veo nada exagerado. Mi meta es aumentar mi placer. Así, tal como lo pongo. Reconozco que es una meta egoísta… pero que se puede esperar de un viejo animal como yo… que ni siquiera pretende salvar a su especie, para no hablar del Universo. Dada las condiciones en que vivo puedo decir tranquilamente que mi meta existencial es: aumentar mi placer. O con otras palabras, suprimir aquello que se le opone.

Y ya que estoy con Goldratt (que salió de pura casualidad) recuerdo sus conceptos como si los hubiera leído ayer. El tiene en cuenta los siguientes: “Ingresos”, que para él es la generación de dinero por medio de las ventas. “Inventario” que es todo el dinero que el sistema (lo que el productor ha montado) que le permite vender algo y obtener ingresos. Y por último “Gastos de operación” que es todo el dinero que se gasta el sistema para convertir el inventario en ingresos netos.

Si alguien hasta aquí me ha escuchado creo que ahora está ya dulcemente dormido. En ese caso prefiero no despertarlo. Si queda alguno despierto aclararé que no me preocupa ni el dinero ni el inventario ni los gastos de operación. Los ingresos sí, pero me conformo con pocos.

No obstante este modelo se puede aplicar a otras cosas y si permitiera obtener conclusiones interesantes entonces el modelo sería útil.

Por ejemplo, si pienso en el placer quizá necesite crear una “unidad de energía” para poder comparar diversas actividades y calcular el coste energético de cada una. Me resultaría más fácil hacerlo así que calcular “unidades de placer” ya que el placer es tan esquivo que lo encuentras cuando no lo buscas y cuando lo buscas no lo encuentras. Llamaré, para abreviar, a esta unidad de energía “fortis” que significa esfuerzo en latín y que además tiene la ventaja de servirme sin provocar asociaciones innecesarias.

De esta manera “ingreso” será la cantidad de fortis que recibo por hacer algún trabajo de tipo manual o intelectual (como escribir este blog). “Inventario” será la suma de cosas que necesitado para poder obtener más fortis y “gastos de operación” todo los fortis que necesito utilizar, es decir que pierdo cada día, para obtener mi propósito básico: más fortis. Y de esta manera mantener la cadena por el tiempo que pueda.

Una de las cosas que dice Goldratt y que resulta perfectamente apropiado en esta nueva interpretación es que: “… no se debe optimizar cada uno de los recursos del sistema. Un sistema con óptimos locales no es un sistema óptimo en su conjunto. De hecho es un sistema muy ineficiente.” (esto creo que está en la página 196 de esa obra que cité… pero mi memoria ¡no es lo que era!)

Traducido a mi sistema Goldratt me indica que si intento mejorar al máximo mi “inventario” y mis “gastos de operación” obtendré un resultado paradójico, que mis ingresos bajarán, en vez de mantenerse o subir.

Sí, ya se que todo esto es un rollo Macabeo y que resulta difícil de entender, por eso lo voy a poner más claro: si quiero obtener placer de las cosas y de mi trabajo, debo equilibrarlos para no pretender ser excelente en las cosas que tengo y en el trabajo que hago ¿se comprende así mejor?

Goldratt lo ha demostrado en muchas fábricas y empresas y nuestro sentido común (caso que no lo hayamos perdido a esta altura del camino) puede permitirnos también imaginar este modelo. No es buen negocio tratar de ser bueno en todo, ni siquiera en la mayoría. Si se persigue un equilibrio adecuado, se puede alcanzar la excelencia total a partir de resultados paradojalmente menores (cuando no mediocres) en la cadena del proceso. La búsqueda del placer… requiere inteligencia.

Si Ud. quiere obtener placer de las cosas, haría bien en pensar en estas ideas. Pero no me busque, porque yo ya no estaré a mano.