martes, 15 de abril de 2008

El poder oculto (Dr. Folkenstein)

Dias buenos, estimados amigos. Con ustedes Dr. Folkenstein que inicia colaboración con amigo chimpacé (lo que no significa nada raro) y publicar pensamientos en español. Para el principio pido disculpas por mi malo español, pero “menos da una piedra” como dice mi amigo Nullus. Además yo aprender español en Cataluña, asi que poder poner catalanismo sin darme cuenta mucha.

El motivo de mi presente entrada encuentrase en la necesidad de confirmar la importancia de “hacer resúmenes propios” si se quiere desarrollar memoria, capacidad de visión, y fijarse mejor en los detalles.

Resumenear (no se si esta palabra existe en el bello idioma en que escribo) es la tarea más importante que todo aprendiz de desarrollo personal puede y debe hacer.

Nunca enfatizaré suficiente la importancia de resumenear todo lo que nos pasa y leemos. Habilidad que se practica, habilidad que se aprende como si fuese segunda naturaleza; como si ahora tuviésemos un gen nuevo en nuestro ADN.

En escuela alemana practicamos y veo que en escuela española no se practica o se hace poco, muy poco. Mejor que estudiar muchas cosas es aprender a resumenear lo que podemos leer y pensar.

Si Ud. lector paciente de este blog, quiere aprender antes debe tener armas, o útiles o herramientas, que le ayuden a conquistar posiciones inaccesibles. Hacer resúmenes desarrolla oído, y capacidad de escuchar.

¡Hágame caso! ¡Resumenee mucho!

viernes, 11 de abril de 2008

Presentando a mi digno sucesor (... perdón ¡colaborador!)

Luego de charlar con la dirección de Opinatio, lo cual es un decir algo exagerado, porque nos hemos intercambiado en semanas unos mínimos y exangües mensajes, en los que les manifestaba que mis múltiples ocupaciones selváticas me impedían atender este esotérico blog, al final se han decidido por incluir otro “colaborador” para dividirnos las tareas que de por sí son bastante ligeras. En opinión de Opinatio cuanto menos se trabaja menos ganas hay de hacerlo, y estoy de acuerdo en ello, hasta tal punto que bien podría dedicarle la entrada de hoy en lo que se refiere al “desarrollo personal”.

Lo que busco decir, y me temo que he sido tan sinuoso como mi amiga Catalina (una pitón de muy buen ver), es que el “desarrollo personal” puede crear vicios. Al final uno no sabe si está haciendo d.p. o está haciendo literatura barata sobre el d.p. Quizá porque es más fácil escribir y dar consejos que ponerlos en práctica y comprobar que no funcionan tan bien como cuando los explicábamos.

Una ventaja de los “hechiceros”, esos personajes que se visten muy raro y que suelen estar rodeados de nubes de humo, radica en que nadie controla a fondo sus afirmaciones y negaciones. No se espera claridad y por ello todo parece interesante y con muchas puntas para interpretar. Me gustaría tener a alguno como “colaborador”… pero sería mucho pedir. La dirección de Opinatio es racionalista y académica y sólo admite frases ininteligibles sin éstas son proferidas por algún catedrático de renombre. Los demás no tienen derecho ¡que se le va a hacer!

Pero creo que me he ido por las ramas (como suele decirse “la cabra tira al monte”) así que en aquellos días pluviosos o melancólicos que no me de la gana de escribir este blog, estará mi colaborador, el Dr. Folkenstein.

El Sr. F. es un humano prestigioso académico jubilado (¡quién si no se avendría a colaborar con un chimpancé… por más sabio que sea!), e ilustrará al respetable sobre los vericuetos del “desarrollo personal”, acrecentando de esta suerte el fondo de conocimientos que, a disposición de humanos y animales, presenta nuestra querida disciplina.

Dado que el monzón se aproxima, tendréis Dr. Folkenstein en cantidad, ya que pienso invernar unos meses (en el hemisferio austral, entramos en la benigna estación de los sueños. Nada tan útil y glorioso como una buena cama).