lunes, 27 de agosto de 2007

2. Leticia

Leticia:

La gente quiere cambiar... y me he pasado media vida, colgado de un árbol, observando los fracasos de tantas buenas intenciones. Por alguna extraña razón hay momentos en el calendario que son muchos los que al mismo tiempo se lo proponen. Pero los dias pasan y las propósitos se esfuman. Yo me pregunto porque no se preguntan que es lo que falla. Pero debe ser una pregunta muy difícil que sólo los preguntones nos hacemos.
Mi prima segunda, por parte de un hermano de mi abuelo, Leticia, hace tiempo me pidió que la salvase de la depresión... como si eso fuera posible (¡aún no puedo quitármela yo!). Y solo atiné a preguntarle: "Primita... ¿acostumbras a seguir los consejos que te dan?"
"¡De ninguna manera! -movió negativamente su cabecita orgullosa- Los demás aconsejan sin saber de que hablan" me respondió muy segura de si misma.
Pues bien, le dije, no tienes costumbre de probar cosas, por lo tanto, aunque yo te sugiriera algo, no tienes el hábito de experimentar. Y te olvidarías al poco tiempo. Pero si quieres intentarlo (¡nunca se sabe!), escucha: "Conoce tu mejor cualidad. Si la conoces podrás cultivarla, si no... irás a la ventura sin brújula."
Me miró pensativa (es muy difícil soportar su mirada... demasiado aguda). "Mi mejor cualidad..." repitió para sí... y levantó el vuelo lenta, pausadamente, sin despedirse; algo a lo que me tiene acostumbrado así que volví a mis cosas sin pensar más en ello. No se si habrá seguido mi consejo, pero me quedé con la conciencia tranquila. Baltasar Gracian, hace algunos siglos, ya lo había recomendado. Además no es tan fácil según lo veo, ya que la mejor "cualidad" no es lo que haces a menudo, sino lo que casi nunca haces por no darle valor. La "mejor cualidad" suele ser invisible porque siempre nos acompaña.

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