jueves, 30 de agosto de 2007

Un buen consejo

Máxima, sorprendida en plena meditación:



Mis primeras intervenciones en este blog han originado una corriente de opiniones críticas que me van llegando, gota a gota ¡Calma! Es lo que le pido a una corresponsal (que además ha tenido la gentileza de enviarme su foto en la que se pueden apreciar sus bonitos ojos), que responde al curioso nombre de Máxima.

Pues bien, Máxima me critica por ser tan pesimista respecto a los cambios que producen las lecturas de este gran género, según ella, de libros de auto ayuda.

De verdad que no soy pesimista. Me he leído muchos de ellos… ¡y así estoy!

Por lo tanto mi fe en ellas se ha reducido al compás de los años y la pérdida de las ilusiones de adolescente.

¡Más algo se ha salvado del naufragio! ¡Hay muchas cosas que aún puedes hacer estimada Máxima! para no perder el brillo de ilusión en tus ojos.

¿Qué te parece si, desde este mismo momento, empiezas a llevar un Diario de tus pensamientos, ilusiones, desdichas y… de paso, lo que comes cada día?

Verás como crece con los meses, y seguro que aprovecharás mejor el tiempo que leyendo tanta “auto ayuda” ¡Te lo aseguro! ¡Este consejo vale oro!

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